¿Es posible aprender jugando?
Aprender no tiene que ser aburrido, existen herramientas digitales que además de enseñarnos, son divertidas.
Es probable que durante tu infancia y adolescencia hayas inventado y participado en toda clase de juegos que te permiten divertirte y pasar un buen momento con tus amigos y familia, ¿pero te has preguntado de qué forma este tipo de actividades te ayudan a aprender, en algunos casos sin saber que lo estás haciendo?
La base de todo juego es presentar retos que tienes que resolver, ya sea un acertijo, un crucigrama, un deporte o un videojuego. Para solucionarlos pones en práctica tus conocimientos, habilidades y capacidad para trabajar en equipo. Estas mismas bases son las que se utilizan en muchos juegos y programas educativos que se encuentran en la web. Si las identificas, además de divertirte, lograrás incrementar tu conocimiento y la capacidad de adquirir nueva información.
A continuación encontrarás algunas características de los juegos que te ayudarán a aprender de una forma más sencilla y entretenida:
- Identifica el tema del juego y el reto que te presenta (crucigrama, acertijos, operaciones lógicas, rompecabezas, historia, ciencia, etcétera); al hacer esto conocerás la relación del juego con las asignaturas o temas que conoces o que puedes investigar, y que te ayudarán a completar el juego, además de adquirir nuevos conocimientos.
- Los juegos no tienen fin, así que juega cuantas veces quieras, esto te ayudará a practicar y convertirte poco a poco en un experto; lo mismo sucederá con tus asignaturas escolares, por lo que al identificar el tipo de conocimiento y área en la que se enfoca el juego, podrás trasladarlo a tus temas de estudio.
- Practica los juegos colaborativos, ya que te ayudarán a comunicarte, coordinarte y cooperar con tus compañeros o amigos. Esta misma colaboración la puedes aplicar en trabajos grupales de tu escuela; funciona completamente igual.
- Crea un juego y establece sus reglas. Parte de un tema y el reto que quieres presentarle a tus compañeros, juégalo con ellos y si existen áreas que mejorar, trabaja en ello. Esto mismo sucede cuando tienes que elaborar tareas o preparar tus clases, al practicarlo irás generando un mayor conocimiento y habilidades para mejorar las reglas.
- Pon en duda el contenido del juego, si crees que se podría mejorar, anota qué cambios harías, por qué no te gusta, qué te gusta, cómo sería tu juego ideal, qué temas abordarías, cuál sería el reto o quiénes los personajes. Al hacer esto estarás desarrollando tu pensamiento crítico y te será de utilidad cuando tengas que escribir un ensayo.
Estas son sólo algunas de las características, si las pones en práctica, además de jugar y divertirte podrás reconocer las habilidades que estás desarrollando y aplicarlas en tus estudios para obtener mejores resultados.