El conocimiento humano
El asunto en el que nos ocuparemos no es la verdad, sino la interpretación. Ocurre a menudo que parecemos tener razones adecuadas para creer en la verdad de alguna fórmula expresada en símbolos matemáticos, aunque no estemos en condiciones de dar una clara definición de los símbolos. También sucede, en otros casos, que podemos dar varios significados diferentes a los símbolos, todos los cuales harán verdadera la fórmula. En el primer caso, carecemos hasta de una interpretación definida de nuestra fórmula, mientras que en el segundo tenemos muchas. Esta situación, que puede parecer extraña, surge en la matemática pura y en la física matemática; hasta surge al interpretar afirmaciones de sentido común tales como “mi habitación contiene tres mesas y cuatro sillas”. Así, parece haber una clase amplia de enunciados con respecto a los cuales, en cierto sentido, estamos más seguros de su verdad que de su significado. La “interpretación” se ocupa de tales enunciados.
Bertrand Russell